17 de noviembre de 2011

Una de vampiros .

Otro tedioso día más . Atravesé el comedor detrás de mis hermanos, escuchando los pensamientos de todas y cada una de las personas que allí estaban.  Me enteré de la presentación que Jessica le hacía a la nueva, Isabella Swan. Me parecían realmente increíbles los mezquinos pensamientos que habitaban en la cabeza de esa aparentemente inofensiva humana. Ese día ella,Isabella, era el centro de atención, según había escuchado, era el ‘’juguete nuevo’’. Esa idea parecía que no le agradaba mucho , debido a sus brazos encogidos y su delicada cara ocultada por una maraña de pelo castaño. Me entró la curiosidad de saber que pasaba por esa cabeza. Intenté escuchar sus pensamientos. Nada. Generalmente un vampiro no necesita concentrase, pero lo intenté de nuevo. Nada. Sólo percibía cómo  miraba con unos ojos color chocolate cómo la estaba observando: confundido y molesto. En mis cien años no me ocurriera ninguna vez, pero sentía la extraña sensación de tener que protegerla como si me fuera la vida en ello, bueno, metafóricamente hablando, pues los vampiros dejábamos de tenerla en cuanto la ponzoña nos llegaba a nuestro sistema nervioso.
Tocaba Biología, y mientras pensaba en que necesitaba ir de caza el día siguiente,ella entró por la puerta.Al pasar por delante del ventilador de la entrada tuve que taparme la nariz. Su dulce olor me atravesó como una daga en el corazón.  Nuca había olido nada semejante. Si no fuese por la fuerza de voluntad que en ese momento intenté tener, estaría ya en su cuello, pero eso era impensable, imposible en todos los sentidos. Estuve mirándola durante toda la clase, y unos segundos antes de que tocase el timbre, salí lo más rápido, humanamente posible ,hacia el despacho de la conserje.
-Quiero pedir un cambio de clase-dije.
-¿En que clase estás?- me preguntó
- En Biología.
Después de consultar unos papeles y  antes de que me contestase ya sabía la respuesta.
- Lo siento, pero están todas las plazas ocupadas.
-¿Y no hay o en física o química ?
- Lo siento cielo, pero me temo que tendrás que seguir en biología.
Al darme la vuelta, después de un ‘’Tendré que soportarlo’’ por mi parte, estaba ella, en la entrada, aparentemente frustrada por mi comportamiento.
Al día después me fui a a cazar , como tenía previsto. Estuve unos cuantos días fuera, en los que me dio suficiente tiempo para pensar sobre Isabella. Pensé en por qué la trataba de una forma tan desagradable, por qué me comportaba así con la persona a la que si le pasaba algo yo desearía morirme, la persona con la que sería capaz de interponerme entre una bala y ella si llegaba la ocasión. Tenía que hacer algo, porque si la perdía ,no me quedaría nada, estaría vacío como el resto de mis anteriores 100 años.
- Hola. Lo siento, la otra semana no tuve la oportunidad de presentarme. Me llamo Edward Cullen. Tu debes de ser Bella – dije con una voz aparentemente clara, intentando de ocultar la tentación que me producía su olor.
Estuve averiguando cosas de ella, hablando debido a que el otro método por primera vez no me fue eficaz. Descubrí  que no le gustaba la lluvia, una antítesis ,pues que razón le traerían a vivir al lugar más húmedo y lluvioso de los Estados Unidos. Más tarde descubrí que venía de Phoenix, Arizona. Su madre se había casado con Phil, y aunque a ella le gustaba, ellos viajaban mucho, y pensó que sería una molestia para ellos, por eso se viniera a vivir con su padre, el jefe de policía, a Forks.
Ya a la salida, yo me situaba a bastantes metros de ella. Apoyada en su viejo Chevy rojo escuchando música, observándola y pensando la razón, la razón de por qué era ella especial. Un claxon de una furgoneta retumbó entre la multitud. Se dirigía derrapando hacia Bella, a punto de acabar con su vida . Haciendo caso omiso a lo de ‘’pasar desapercibido con tus poderes vampíricos’’, corrí por primera vez delante de la multitud a salvarla. En una milésima de segundo me arrodillé delante de ella, cogiéndola con una mano y deteniendo a la furgoneta con la otra, produciéndole una enorme abolladura. Me fui rápido. Por suerte nadie había notado mi carrera para salvarla, ya que todo pasó en un segundo. El tiempo que tardé en saber que no me podía separar de ella. Que desde ahora sería una parte imprescindible de mí y para mí.


4 comentarios:

  1. Es genial! Deberían dejarte ayudar a escribir Sol de Medianoche, a ver si asi lo publicaban.
    Un saludo
    Patines.

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  2. Gracias Patines, me gustaría conocer a Stephenie, pero es imposible . Gracias de nuevo. Un saludo Patines . Lady Camden .

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  3. Me encanta.No esperaba encontrarme un trozo de crepúsculo en tu blog, y menos contado por Edward. Una sorpresa muy agradable, te ha quedado precioso. Te importaría mucho si pusiera en mi blog una parte del libro?. Solo copiarla, nada tan original como lo tuyo.

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  4. No, para nada . Puedes coger una parte. Me alegro de que te guste, Julieta .

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